El recurso a la externalización productiva (outsourcing) se ha convertido en una modalidad habitual de organización y gestión de la actividad económica en los últimos tiempos, tanto en la empresa privada como en el sector público. A ello ha contribuido de forma destacada la proliferación de un peculiar subtipo de empresa auxiliar, la empresa multiservicios o de gestión integral, caracterizada por la versatilidad de su objeto social, circunstancia que le permite comprometer la realización de un extenso repertorio de tareas consideradas accesorias o complementarias, por lo general de escaso valor agregado (limpieza, vigilancia, mantenimiento, conserjería, información
) y ello en condiciones sumamente ventajosas para las empresas principales o clientes, que por esta vía consiguen eludir (muchas veces en fraude de ley) el sistema de obligaciones y responsabilidades exigible a los empleadores directos.
Las empresas multiservicios constituyen un importante desafío para el Derecho del Trabajo, que todavía no ha brindado una respuesta institucional adecuada a la intensa precarización (inestabilidad, bajos salarios
) que este modelo de negocio está suponiendo para el estatuto jurídico del trabajador subempleado...