Facebook o Twitter se han convertido hoy en día en los soportes donde el público, entre otras cosas, busca, consume y comparte noticias, provocando que los medios de comunicación tradicionales no sean el punto de confluencia donde el ser humano se las agencia para informarse.
Y en el afán de las redes y las comunidades de usuarios por transmitir información bajo prismas propios que consoliden puntos de vista y estados de opinión, nacen y se expanden las fake news desde hace pocos años.