Analiza la creciente necesidad de transparencia en las
relaciones laborales, enfatizando la reciente Directiva
que establece un derecho individual de información para los trabajadores. Sin embargo, se identifica una falta de coordinación en el contenido y los destinatarios de esta obligación, lo que dificulta su implementación efectiva. Se critica la perspectiva tradicional que predomina en la legislación laboral, reflejando enfoques de los años ochenta que no
consideran los avances tecnológicos actuales. La irrupción de la inteligencia artificial y los procesos automatizados plantea la necesidad de redefinir el derecho a la transparencia, incorporando tanto los derechos individuales como colectivos de información. Este enfoque permitirá una mejor adaptación a
las realidades contemporáneas del entorno laboral.