La presente publicación pretende suponer un acercamiento transversal y generoso a la cultura visual, lingüística y religiosa de la provincia romana de Lusitania. La influencia romana fue especialmente notable en la religión y en las manifestaciones artísticas. Las ciudades fueron una de las instituciones más importantes impuestas a Lusitania durante la ocupación romana. Fue en las ciudades donde los lusitanos adquirieron la civilización romana: aprendieron latín, la lengua franca de la península; fueron introducidos a la administración y religión romanas; y en el siglo III, cuando Roma se convirtió al cristianismo, también lo hicieron los lusitanos. La lengua latina se impuso como la lengua oficial, funcionando como factor vinculante y comunicación entre los diferentes pueblos. Al ser un área bastante grande, y al carecer de un estado unificado que promoviera un idioma determinado en la administración o la educación, en Hispania convivieron diferentes lenguas simultáneamente. Los sujetos siguieron usando sus idiomas nativos, aunque los negocios oficiales se realizaron en latín o griego. Las religiones indígenas persistieron, aunque los sacrificios se ofrecían en todas partes para el emperador y los dioses del panteón romano. La cultura visual también reflejó el carácter híbrido de la civilización provincial. Las imágenes del estilo y el mensaje romanos circulaban ampliamente y, sin embargo, los artesanos y los consumidores de las provincias mantenían sus propias tradiciones, adoptando las técnicas y los gustos romanos como les convenía. Este y otros problemas están recogidos en los capítulos de esta obra, que permite establecer una mirada amplia y generosa sobre la relación entre las imágenes, la lengua y la visión religiosa y cultural de la sociedad lusitana. Los autores de este volumen tratan así de entender este panorama tan complejo, utilizando con gran énfasis las imágenes y el lenguaje, fuentes de relevancia para acometer una visión transversal de la cultura y religión de Lusitania.