Nacida, pues en el contexto referido, esta monografía que someto al juicio benévolo del lector, toma su título derivándolo de la incisiva exresión de una sátira del romano Juvenal, que se refiere al campo embarrado del foro, donde, como los gladiadores en el circo, contienden los juristas. Y surge como reafirmación del lema que, desde mis inicios en el oficio, ha animado mi vocación de Abogado: intra legem serviam iustitiam ex auctoritate orationis meae, consciente de que el buen desempeño de los jurisperitos, como ya lo advirtió el Rey Sabio, resulta esencial para el buen orden de la comunidad en la que estamos insertos.
Por eso confío en llevar al ánimo del lector mi convencimiento de que la sátira y la censura, así como el encomio, de la Justicia y de los jurisprudentes, oficiantes y demás auxiliares del foro, ha de verse, más que cómo incomprensión y reproche o halago de la sociedad, muchas veces exagerado e injusto uno y otro, cómo muestra de la inquietud popular por las disfunciones del aparato de Administración de Justicia y, a la vez, como estímulo para el perfeccionamiento ético-morla, científico y técnic-práctico de los propios juristas y curiales de las instituciones en que ejercen profesionalmente su labor; por consiguetne, tanto la sátira como el laude, más allá de la mala fe o dde la candidez que puedan referíseles, expresanel interés social por la calidad del Ordenamiento Jurídico vivo sobre el que asienta nuestra convievencia cívica y no pueden reducirse a, o motejarse de, ingeniosa exageración meramente festiva de las aristas del oficio de los juristas. De ahí el interés formativo que revista para éstos en particular.