Los conflictos han evolucionado, la sociedad ha avanzado, las concepciones empresariales y económicas cambian, y, por tanto, es casi un axioma la necesidad de transformar y renovar el modo de gestionar esta problemática desde la empresa. El sistema judicial no responde sobre el tiempo y ni tan siquiera sobre la forma de respuesta de los conflictos laborales; de ahí surge una salida natural que responde a reivindicaciones casi históricas de la compañía y del empresario: participar activamente en la solución de su problema, conseguir un mecanismo ágil y optimizado de resolución que reduzca tiempos y costes y los ajustes al ritmo propio del mercado y a la dinámica económica.
Frente a esta necesidad surge la mediación, cuyos principios introduce esta obra, y muestra su aplicación en un campo tan controvertido como el ámbito social.