Todos conocemos a algún vecino, amigo o familiar que te muestra orgulloso la actividad que ha iniciado o las obras que ha realizado en su vivienda, y te explica con satisfacción cómo ha ganado metros al salón desprendiéndose de un dormitorio o procediendo al cerramiento de un balcón que apenas utilizaba. Cuando le preguntas ¿tienes autorización del Ayuntamiento?, te mira con extrañeza y te dice algo así como ?la Comunidad de Propietarios me ha dado permiso? o, incluso, ?no pasa nada, si otros vecinos lo han hecho?.