Las crisis financiera de 2008 y de la deuda soberana de 2011 concluyeron con la desaparición de la mayor parte de la Cajas de Ahorros españolas. El caso de Caja España no fue una excepción. Sin embargo, en la entidad financiera castellanoleonesa concurrieron algunas circunstancias que hicieron dicho proceso extraordinariamente complejo y plagado de irregularidades. A una estrategia de riesgos extremadamente atrevida se le añadieron acontecimientos de gestión y control condicionados por decisiones políticas poco afortunadas. Este libro, escrito desde una perspectiva tan próxima como personal, pone de manifiesto muchos de los acontecimientos que concluyeron con la dolorosa desaparición de una entidad que era por recursos propios y activos la octava caja del panorama financiero español.