Con esta obra el lector conocerá cómo se divirtieron y vivieron los españoles alejados de los lugares decisorios y más avanzados en perspectiva socioeconómica del país a mediados del siglo XIX, en el reinado de Isabel II, cuáles fueron sus costumbres y qué elementos culturales les caracterizaron. Todo ello a través de una provincia, la de Córdoba. Este espacio fue heredero de una larga historia concretada en su rico patrimonio y sus habitantes mostraron una idiosincrasia peculiar, ambas circunstancias atrajeron a los viajeros románticos. Además, pese a la persistencia de diversas rémoras y obstáculos, se abrió en parte a la transformación modernizadora.
Por tanto, un periodo con ciertas continuidades del pasado, pero sobre todo con cambios profundos por efecto de la implantación del sistema liberal, así como coincidente con el cultivo de dos movimientos culturales, el Romanticismo y el Costumbrismo. Fue entonces cuando se pusieron las bases de la contemporaneidad española, por lo que con la lectura de este libro se podrá comprender mejor la realidad actual.