La amplitud y dificultad de las actividades que desarrolla el abogado, unidas a la complejidad de los vínculos humanos generados en sus interacciones, exigen que, como persona humanista y renacentista, este profesional del derecho venga obligado a disponer de múltiples habilidades que le permitan alcanzar la ingente cantidad de retos a los que se enfrenta diariamente. Estas destrezas representan, en su conjunto, el modelo de profesión al que todos debemos aspirar y que dotan de verdadero significado y contenido a nuestro ejercicio profesional. De este como, y a través de su implementación, el abogado podrá disciplinar sus actuaciones técnicas y científicas, perfeccionar su carácter y fortalecer su conducta dentro de las normas éticas. Con esta idea en mente, LAS HABILIDADES DEL ABOGADO, 51 habilidades, competencias y valores para crecer profesionalmente sistematiza cincuenta y un valores, principios, competencias y habilidades que el autor ha considerado fundamentales para todo abogado en los tiempos que corren, y que se organizan en otros tantos capítulos estructurados de una forma atractiva (examen de la habilidad, aprendizaje, anécdotas, frases célebres, etc.) que consiguen que su lectura sea muy amena y atractiva.