Vivimos en una época en la cual la defensa de nociones fundamentales del Estado de derecho como el principio de legalidad se ha convertido en una utopía, ya que prevalece el modelo punitivista de derecho penal. En 2017 el Congreso Nacional sancionó una ley penal retroactiva casi por unanimidad, la cual ha sido convalidada por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Todos los ensayos que componen este libro tratan de explicar, desde el punto de vista de la teoría del derecho y de la filosofía política, el cambio ocurrido entre los inicios de la última restauración democrática y hoy. Hay dos grandes maneras de entenderlo: o bien la Ilustración penal y los consiguientes derechos humanos han perdido su atractivo, o bien hay algo en la idea misma de la Ilustración penal y los derechos humanos que los convierte por lo menos en inestables. Los primeros cinco capítulos del libro se inclinan por la primera hipótesis, mientras que el último capítulo explora la segunda.